Para todo aquel cinéfilo, Unax Ugalde es aquel jovencísimo yonki poeta que vagaba por las calles de Madrid persiguiendo a su amada en ‘Báilame el agua’. Participó también en superproducciones como ‘Los fantasmas de Goya’ o ‘Che: el Argentino’. Ha probado la televisión y el teatro, pero ha reconocido que no le motivan tanto como una producción cinematográfica. A pesar de ser un gran actor, que con una sola mirada es capaz de expresar mil y un sentimientos, las organizaciones y uniones de cine españolas le han otorgado un par de nominaciones que pasan muy desapercibidas y no ha recibido el reconocimiento que merece. Nacido el 27 de noviembre de 1978, en Vitoria (País Vasco), es hijo de un obrero de los altos hornos y una ama de casa, que decide abandonar su carrera de Ciencias del Mar por las clases de interpretación, y en 1998 trabaja para una producción en ETB llamada ‘Entre dos fuegos’. Un año más tarde, viajará a Madrid para probar suerte en la gran ciudad y consigue un papel en la afamada serie de TVE, ‘A las 11 en casa’, donde interpreta al novio macarra de la hija mayor. Pese a que se estaba especializando en papeles de jóvenes violentos de buen corazón, Unax, tiene otros muchos registros y lo terminó de demostrar con personajes como el de Iñigo en ‘Alatriste’ o ‘Héctor’ de Gracia Querejeta, con el que fue nominado al Goya de la Academia Española de Cine. Actualmente presenta ‘Lasa y Zabala’ con el director vasco Pablo Malo, donde da vida a un abogado, fuera de su habitual registro de joven atormentado por la vida. ¿Cómo te presentarías a aquel espectador que no te conoce? Le contaría que llevo 19 años trabajando en la profesión, que supero la treintena de películas, la cuarentena de series y que no sólo he trabajado en el País Vasco, también he trabajado a nivel nacional, además de en Inglaterra, Sudamérica, EE.UU… ¿Cuál consideras que es tu seña de identidad? Me considero un actor camaleónico, es decir, que puedo moverme de un papel a otro. Creo que mi trayectoria internacional lo avala, ya que me he movido por personajes muy diferentes. No me he querido encasillar nunca en uno concreto. ¿Siempre te has sentido parte de este mundo audiovisual? Quería estudiar Ciencias del Mar cuando el cine me vino de sorpresa a los 17 años (risas). Fue pura casualidad por unos amigos que me dijeron de hacer interpretación. Tu salto a la gran pantalla fue con ‘Báilame el agua’, película de culto a día de hoy en el cine español. Desde ese momento lo habitual ha sido verte en interpretaciones relacionadas con personajes que sufren y tienen una profunda vida interior ¿Existe alguna similitud entre estos personajes y tu yo real? Sí, supongo que hay similitud. Creo que todo actor imprime al final algo de su personalidad y, por supuesto, que he imprimido a mis personajes mi carácter. No es lo mismo un personaje interpretado por un actor que por otro porque siempre incluyes algo tuyo y al final aprendes de ellos, con el tiempo te van alimentando. ¿Qué diferencia encuentras entre el Unax de los inicios y el de ahora? Supongo que más madurez, más experiencia y, sobre todo, más profesionalismo. He tenido la oportunidad de trabajar con grandes directores y actores que me han transmitido mucho conocimiento. Aunque la mayor parte de tu trabajo ha sido en España, te hemos podido ver en América con ‘Rosario Tijeras’ en Colombia, además del proyecto cinematográfico ‘Tequila historia de una pasión’ que rodaste en México, ¿cómo fue la experiencia de trabajar fuera? ¿Repetirías? Sí, de hecho me voy ahora en enero a Latinoamérica a rodar una coproducción mexicana con Los Ángeles que se llama ‘Manual del buen presidente’ de Salim Nayar. Para mí es una experiencia muy enriquecedora salir de mi país, conocer diferentes culturas, otra forma de vivir y rodar con otra gente es siempre un beneficio personal muy grande donde además se comparte el mismo idioma y es más fácil. ¿Te planteas dar el salto a Hollywood más allá del cine hispano? ¿Te han ofrecido ese tipo de papeles? Me han propuesto cosas, pero más que de dónde vengan, tomo la decisión de hacerlas con base a si me parecen interesantes. ¿Te sientes cómodo actuando fuera de España? Sí, me siento muy cómodo porque siempre me han tratado muy bien y, aunque existe un sentimiento de incomodidad cuando te enfrentas a un personaje desconocido que se sale de lo habitual, me gusta llegar a cualquier lugar con un poco de estudio, perseverancia, valentía e incluso a veces con poca cabeza, dejándome llevar.
LASA Y ZABALA (dirigida por Pablo Malo con Unax Ugalde, 2014)
Se trata de una película que destapa los acontecimientos ocurridos en torno a la banda terrorista ETA, durante los años de plomo, y recrea los crímenes del Estado al pueblo de Euskadi. El actor alavense, Unax Ugalde, da vida en la cinta al abogado Íñigo Iruin, un histórico de Batasuna que representó a las familias de dos jóvenes miembros de la banda terrorista ETA que fueron secuestrados por los GAL (Grupos Antiterrorista de Liberación) en 1983, torturados y asesinados. Una película que aguarda un tema delicado, ya que se presenta a los terroristas como víctimas y no al contrario, que es la estampa que solemos ver en los noticiarios.
¿Cómo te has sentido estando nominado al premio Irizar al cine vasco con ‘Lasa y Zabala’ en la última edición del Festival de Cine de San Sebastián? Es la primera vez que participo en Sección Oficial en este Festival y para mí esta nominación, y el hecho de estar en mi tierra, es un orgullo. Me siento muy contento de haber hecho esta película y del recibimiento que va a tener, porque creo que va a ser muy positivo. Espero que sea una película que el espectador la disfrute cinematográficamente dentro del proceso de paz que se está viviendo actualmente en este país. Creo que este filme aportará su granito de arena. ‘Lasa y Zabala’ es tu último largometraje en el cual das vida a uno de los personajes principales, ¿cómo ha sido volver a trabajar con el director donostiarra Pablo Malo? Pablo Malo y yo nos conocemos desde el año 1999 que hice su segundo cortometraje de ‘Jardines deshabitados’, luego rodamos ‘Frío sol de invierno’ y, realmente, siempre es un placer poder trabajar con él. Nos entendemos muy bien, ya que sólo hace falta una mirada para comunicarnos, y además tenemos un punto de vista muy parecido. Resulta muy fácil trabajar con Pablo porque, además, es un amigo. ¿Cómo fue esa primera toma de contacto con el guión y sobre todo con tu personaje? Al principio sabía que me enfrentaba a un personaje complicado, digamos que la gente lo tiene en mente porque es una historia muy reciente que es real, no sólo por el personaje sino por el contenido, ya que las víctimas del terrorismo forman parte fundamental del mismo, por lo que lo tomé con mucho tacto. Estamos hablando de un material muy sensible y un terreno complicado en el que meterse, pero creo que hemos salido todos muy airosos. Hablamos de una película que da a conocer una parte desconocida del conflicto vasco. Un suceso concreto que hasta hace poco había que tratar con pies de plomo ¿Cuánto crees que afecta la falta de conocimiento que se tiene del pueblo vasco fuera de este país e incluso dentro del mismo? Creo que afecta bastante y, por eso, creo que plasmar este tipo de historias ayudarán a entender todo lo que realmente ha pasado aquí porque a nivel internacional han llegado noticias horrorosas sobre los atentados de ETA, durante estos cincuenta años han sido un esperpento. Me parece que este tipo de películas ayudarán a entender el fondo verdadero de todo esto y ayudarán a entender cómo hemos podido llegar a estos lugares tan terribles y a conocer de dónde ha venido todo el sufrimiento. Yo creo que el entendimiento de todas las partes del diálogo es la única manera de solucionar estos problemas. La película ha arrasado en taquilla durante el festival de cine, ¿te lo esperabas? La verdad que no lo esperaba, a pesar de que todos sabíamos que teníamos a mucha gente pendiente de ver el resultado de esta película, y éramos conscientes de que iba a ser complicado. Para mí ha sido un recibimiento grandioso del espectador. Que en una hora de su puesta en escena se vendieran 55.000 entradas para una película es un gustazo. ¿Cómo ves el cine español? Creo que el cine español está en su peor momento y espero que no vengan peores. Yo ahora me voy de este país porque no hay trabajo para los actores y si quieres seguir una carrera con criterio está bastante complicado. He intentado aguantar un año en España y me voy ahora a México a trabajar porque me están llegando muchos guiones de allí. Espero seguir mi carrera allá y que cuando esto mejore pueda volver. ¿Dónde te ves o te gustaría estar de aquí a 10 años? Dentro de 10 años me gustaría estar viviendo aquí en el País Vasco con una familia numerosa y seguir trabajando.